Afinando cada detalle de su impresión
En Masterlitho nos asegurarnos de que el resultado, de su proyecto impreso, cumpla todas sus expectativas.
La única manera para asegurar esto es mantener una conversación continua y clara que nos asegurará estar alineado con las necesidades específicas. Esto aplica para etiquetas, empaques, libros, juegos de mesa y cualquier otro formato en el que necesite imprimir sus trabajos.
Nuestro Gerente Técnico, José Sánchez, nos explicó cuáles son los pasos y las preguntas a evacuar que contribuirán a ofrecer la mejor experiencia posible para el cliente.
El seguimiento de su proyecto de impresión
El primer contacto
El proceso para imprimir comienza con el contacto entre el cliente y un asesor comercial.
A esta figura tan importante se le llama asesor porque no solamente toma el pedido, sino que asegura un acompañamiento continuo por el resto del proceso. Tomando en cuenta las necesidades del cliente hará recomendaciones asegurando que el material final será perfectamente funcional para lo que requiera.
Algunas preguntas clave que el asesor hará incluyen:
¿Para qué lo va a usar?
¿Cuál es la expectativa de vida útil?
En caso de que sea un libro, con estas preguntas se entenderá mejor para qué público es, si es con un fin más popular o, en cambio, algo más premium. A la vez, por ejemplo, en el caso de un catálogo de productos, el material será determinante en caso de que sea algo de corta vida útil o, si por su naturaleza, más bien es algo que debe permanecer en óptimas condiciones por mucho tiempo. En caso de que sea un empaque, entonces se sabrá el tipo de producto que llevará adentro, el peso y el tamaño requerido, solo para citar una de las tantas consideraciones.
Toda esta información será valiosa para que el asesor recomiende opciones de materiales y acabados y para que pueda hablarlo con el departamento técnico.
Cotización
Los materiales, tamaños y acabados que se elijan son determinantes en el costo final que tendrá el producto que imprimamos en Masterlitho. El asesor y el cliente deben conversar para entender los propósitos y costos esperados.
“Muchos clientes hacen un desarrollo de diseño muy elevado, pero a la hora de que llegan a la imprenta, era para meter un producto que cuesta ¢800 y la caja cuesta ¢600”, dice Sánchez, para citar un caso donde el costo tiene un peso relevante.
La recomendación en estos casos es considerar que el costo de un producto, por ejemplo, una caja que servirá de empaque, no sobrepase entre el 5% y 10% del costo del producto final.
Eso sí, se toman otras consideraciones cuando el producto incluye una partida económica para mercadearlo. Al final, el cliente recibirá una cotización clara sobre lo que se irá a imprimir.
Presentación de la propuesta
El asesor de ventas hablará con el cliente primero para ponerle en perspectiva las diferentes alternativas entre las que puede elegir.
Sin embargo, después también conversará para presentarle las recomendaciones con la justificación necesaria y hacer una propuesta para definir los pasos a seguir.
Según Sánchez, lo ideal es que todo esto se pueda hacer inclusive antes de que el cliente ejecute la parte de diseño. “No tomar en cuenta la asesoría de la imprenta puede traducirse en la pérdida de dinero y de tiempo del cliente, por errores que pudieron haberse evitado desde un inicio”.
El color
Las expectativas o necesidades en cuanto al color deben comunicarse claramente. Para esto hay un pantone (código universal) que indica, por códigos, cuáles son los colores requeridos. Este lenguaje evita que haya subjetividades que se prestan para interpretaciones libres o equivocaciones. En cambio, los códigos ayudarán a estandarizar.
Por otro lado, otro elemento a considerar como parte de la producción es la realización de pruebas de resistencia mecánica. Estas pruebas aseguran que, en casos como empaques, el material a almacenar cabrá correctamente y, además, que el empaque tiene la resistencia necesaria que impedirá que el empaque se rompa. Para estas máquinas se usan máquinas específicas que simulan el uso real que van a tener los materiales impresos, como los empaques.
